Al llegar a suelo estadounidense todo cambio, y es que entrando se nota la enorme diferencia entre países. Para empezar todo estaba en Ingles que para mi mas bien era en Chino. Al llegar al que seria nuestro nuevo hogar me cayo el veinte! Ya se había quedado atrás mi antigua vida, mis amigos, mis hermanas, mi casa…todo!! Menos lo mas importante, mis padres; eso me daba comfort.

Este espacio esta dedicado a personas, en especial mujeres latinas que se enfrentan a diferentes situaciones a lo largo de su vida lejos de su país de origen y como sobrellevar cualquier obstáculo con la frente en alto y no esperando sentadas.

Sencillamente soy mujer, soy esposa, soy hija, soy hermana, soy amiga, soy YO! Seria difícil describirme con detalle, por eso precisamente decidí comenzar a escribir mi historia, mis anécdotas, mis experiencias. Espero que me acompañen en esta travesía de la vida. Gracias por ser parte de ella! Disfruten mis locuras.

A que prepa vas a ir? Me preguntaban mis compañeros de la secundaria, y yo solo decía «Me iré para Estados Unidos» pero nunca entendí porque o para que. Un futuro mejor, una vida mas cómoda, huyendo de problemas, quien sabe! Solo sabia que me iría lejos de mis hermanas, de mi casa, amigos, de todo lo que conocía para ir a un país desconocido; sin embargo, nunca tuve miedo, no se si es porque mis papas estarían conmigo durante esta nueva etapa,o porque la idea de empezar de cero no me parecía tan mal,  y fue así que partimos. Mi mama estaba triste, mi papa indiferente y yo….yo estaba escuchando a los «Backstreet Boys» en el CD player que no soltaba ni para dormir. El largo viaje de 20 horas comenzó en la madrugada y se me hizo eterno! Cuando por fin llegamos a la frontera en Laredo, la fila para sacar el famoso «permiso» estaba larguísima, así que yo seguí escuchando mi música y observando a la gente (en ese tiempo no tenia celular por lo tanto no me la pasaba en las redes sociales). De pronto vi algo que nunca olvidare: una chica manejando un convertible deportivo rojo, ella se detuvo en la fila de regreso a México, y mientras los agentes fronterizos revisaban su carro, ella salio de su auto, el viento le volaba su rizada cabellera y la sonrisa en su rostro me deslumbro, y en ese preciso instante me hice una promesa: «Yo regresare a mi Mexico algún día de esa misma forma». Lo único que no sabia es todo lo que pasaría una vez cruzada la frontera.

«La familia, hace algunos años»